Un restaurante al aire libre y con huerta propia. Los comensales dejarán de lado sus dispositivos móviles, portátiles y tablets, para re-conectar con la naturaleza. El menú propuesto será mágico, sorprendente, terapéutico y muy divertido elaborado con los ingredientes habituales de Markeliñe: ritmo, gestualidad y el uso imaginativo de diferentes materiales. Bon Appétit!!